ThisIsSueñosConseguidos II

Roadtrip en Nueva Zelanda

 

Viajar a Nueva Zelanda era algo que tenía en mente desde hacía años. Por fin, tras vencer muchos miedos, me lancé a hacer realidad mi sueño en 2017, viajando entre Abril y Junio al país de las antípodas.

Lo había descartado por motivos económicos, pero finalmente acabé comprando un coche de segunda mano. Durmiendo en la parte trasera del mismo, recorrí buena parte de la Isla Sur, la que más me llamaba antes de mi viaje, sobre todo por sus montañas, los llamados “Alpes del Sur”.

También visité la Isla Norte durante unos días, de manera más relajada y sin tantas expectativas. Creo que esa fue la clave, pues acabé disfrutando más si cabe en esta otra isla, más humanizada pero igual de hermosa.

En definitiva, una gran experiencia vital, mucho aprendizaje, y un viaje de los que se recuerdan para siempre con mucha intensidad. 100% recomendable!

 

Recorrer las millas de la Route 66

Mi sueño siempre fue recorrer la mítica carretera de la Ruta 66. Ir desde Chicago hasta Los Ángeles cruzando el corazón de Estados Unidos era para mí vivir un sueño de película. La idea siempre fue hacerlo con amigos y con cuatro duros (dólares) en los bolsillos; quizás siempre tuve esa vena rebelde de abandonar mi hogar en acto de rebeldía y buscar un futuro mejor (como en cualquier americanada), eso sí, con mi Ford Mustand del 64. La cosa no fue muy mal encaminada... Conseguí hacerlo realidad en septiembre del 2015 con un Chevrolet Camaro descapotable. Sentir el aire en mi cara una tarde de verano, mientras conducía por Monument Valley, fue el momento más sublime del viaje.

La ruta la realicé en 22 días; de los cuales recorrí alguno de los famosos parques nacionales y me desvié para visitar la ciudad de San Francisco y conducir por la famosa Costa Oeste hasta Los Ángeles.

Aún recuerdo cuanto lloré cuando fui a devolver el coche…

Pasar la noche en la Bahia de HALONG BAY

En nuestro viaje a Vietnam, la Bahía de Halong fue un sueño viajero cumplido. Más de 2.000 islotes la forman, siendo una de las 7 maravillas naturales del mundo.
Se recorre a bordo de un barco, donde os recomendamos que paséis una noche, pues entre muchas otras cosas, es alucinante contemplar la puesta del sol entre tanta roca.
Multitud de actividades os ofrecen estos cruceros, como la visita de una cueva, bañarse en la playa Tip Top, subir a algún mirador para contemplar esta maravilla desde las alturas, paseos en kayak…

En nuestra experiencia, a pesar del mal tiempo al principio, pasamos 2 días/1 noche a bordo del barco y no tuvimos tiempo para aburrirnos. Lo que más nos gustó, navegar por la Bahía contemplando esta maravilla y lo bien organizado que estaba todo y lo que peor llevamos fue el diluvio que cayó y que afortunadamente paró.

Visitar el Patrimonio de la Humanidad de Joya de Cerén, El Salvador

¡Me entusiasmaba la idea de ir a visitar unas ruinas tan poco conocidas! ¡Ya habíamos estado en la Pompeya romana, y ahora nos tocaba la Pompeya maya!
Tras la erupción del volcán Laguna Caldera, en el año 600, Joya de Cerén quedó sepultado bajo más de cinco metros de cenizas.
Joya de Ceren fue un poblado maya de artesanos y agricultores, que fue descubierto por casualidad en 1976 por una empresa constructora.
Su descubrimiento ha cambiado lo que se creía sobre como vivían los maya y han tenido que rectificar los libros de historia, hoy sabemos que utilizaban técnicas de riego, y que después del duro trabajo en el campo, se relajaban en la sauna.
¡El pueblo, estaba mucho más avanzado de lo que se creía!

El parque está dividido en dos partes: El museo y Las ruinas. En la entrada va incluido el guía tanto en el museo, como en la ruina (los guías aceptan donativos).

India, el país que me enseñó a vivir

Hace ya unos años puse mi pie por primera vez en Asia y desde entonces no he cambiado de continente. Por aquel entonces, solo tenía mono de ti, India. Y aunque has sido el país más duro en el que he estado, también uno de los más satisfactorios. El tiempo que dediqué a recorrer tus calles, marcaron un antes y un después en mi vida. No solo a nivel viajero, sino sobre todo, a modo personal.

Creo que nunca nada ni nadie me ha generado tantos sentimientos contradictorios en tan poco tiempo. Se que gracias a ti, hoy tengo ese gen adictivo de querer viajar cada vez más. De ti aprendí a generar paciencia, a no tener prisa, a adaptarme a situaciones a las que, seguramente, nunca pensé que me ajustaría. A darme cuenta del valor real de las cosas. A conocerme a mí misma. Porque pese al país caótico que eres, India, también eres uno de los sitios más maravillosos que he pisado jamás.

Gracias a ti hoy soy quién soy.

Un safari en la sabana africana

Toda la vida soñando con ello y por fin estaba en medio de la inmensa sabana africana.
Todos los animales que siempre había visto en fotos, ahora estaban frente a mi en libertad. Leones, rinocerontes, elefantes, jirafas, leopardos… y muchos otros se paseaban por delante de mi como si yo fuera una acacia más. Resulta muy difícil explicar lo que sentí por dentro al tener esos animales salvajes delante ¡pero fue puro loffff!
Toda esa vida y la inmensidad de la sabana hacían que solo viviera el momento presente. Que estuviera muy atento a cada detalle de la madre naturaleza. Y en África la naturaleza te regala el mejor atardecer, con ese naranja intenso que te hará amar la vida y te recordará que los sueños se hacen realidad... ¡así que camina hacía ellos y se manifestarán!

Amanecer con vistas a un volcán

Indonesia nos enamoró con sus selvas llenas de orangutanes, con sus hermosos templos, con su gente hospitalaria... pero lo que más nos emocionaba era ver por primera vez un volcán cara a cara.

El espectáculo empezó muy de madrugada, a las 3 de la mañana estamos preparados para acceder a un mirador que solo conocía nuestro guía... Nos montamos en el jeep y junto con nuestros amigos vascos, accedimos hasta el punto más alto con el coche y luego por una senda, solo iluminados por frontales. 
Llegamos, hicimos un picnic con capuchino caliente y mantas, hasta que poco a poco fue amaneciendo... y ahí estaba, un espectáculo para la vista, el Volcán Bromo, Batok y Semeru , una escenario lunar ante nosotros.

Tras deleitarnos con las vistas, bajamos y recorrimos el mar de ceniza y ascendimos hasta la caldera, impresionados con lo increíble que es la naturaleza. 

Y lo mejor de todo, que al día siguiente teníamos otra visita nocturna previo baño en unas cascadas de ensueño.

ThisIsTravel

vista al amanecer del Bromo, Java, Indonesia