Callejeando Bangkok

Estamos por fin aquí!!! Nos flipó mucho el ambiente que vamos sintiendo ya en el metro de camino a la capital...
Una vez llegados a la estación de metro Surasak, buscamos el hotel Bossotel. La verdad es que está en una calle un poco escondida, cuesta algo de encontrar pero en nada dimos con él.

interior del hotel Bossotel

Hicimos el check-in y nos pegamos una buena ducha. La habitación está genial y el personal es muy amable.

Bajamos a la calle, hace mucha humedad y tenemos mucha hambre, así que nos metemos en un restaurante que hay enfrente al hotel llamado Mazzaro. Pedidos unos cuantos platos thais y nos ponemos las botas, riquísimos!

primer plato de comida tailandesa

Nos habíamos planteado ver el Wat Arun pero lo descartamos por la hora y por el tiempo que hacia y decidimos ir a explorar la zona del parque de Lumpini y sus alrededores. Tan pronto nos ponemos en marcha, empieza a caer una buena tormenta. Observamos qué la gente ni se inmuta y continúa su marcha, y nosotros con nuestras ganas de exploración proseguimos...
El ambiente es genial, la temperatura buena aunque la humedad se hace notar después de la lluvia. Pasamos por delante del Lebua, donde está la terraza Sirocco, templos hindúistas y acabamos llegando al Lumpini. Hay muy poca gente, y enseguida que entramos vemos un lago y que es eso??
Un dragón enorme comiendo pollo!

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Aunque va anocheciendo, el cielo se va despejando, empezamos a ver a gente practicando deporte y de repente, se agrupan y comienzan a hacer aerobic. Que divertido!

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Ni corta ni perezosa, Ángela se animó con la gente thai a practicar al igual que unas colegialas que estaban por allí. Después de un rato de aerobic, hacemos unas fotos por el parque y nos vamos a dar una vuelta por algún mercado cercano al parque, pero empieza a llover de nuevo! Menudo rollo... Yendo de camino, nos ofrecen masajes, nos miramos y ¿por qué no?
Una vez que ya hemos visto la carta, decidimos hacernos un masaje thailandés por primera vez, nos dieron una ropa para ponernos y acudieron nuestras masajistas para ponerse manos a la obra! Es una pasada la verdad, no vamos a decir que no duela alguna zona pero te quedas de lujo.

caras de felicidad tras el masaje thailandes

 

Una hora más tarde, la lluvia ya ha parado. Vamos al mercado Patpong Night Market y damos una vuelta...como le  gusta esto de los mercadillos nocturnos a Ángela!

 Mientras nos paseamos no paran de ofrecernos el Ping Pong Show pero descartamos su oferta. Volvemos hacia el hotel, compramos algo de cena por los mercadillos ambulantes y mientras volvíamos nos impacta la cantidad de españoles que hay! Casi siempre que encontramos a un extranjero hablabs español y es extraño si comparamos con nuestras vacaciones en Japón el año anterior, ya que no habían muchos "guiris".

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Una vez en el hotel, nos arreglamos para ver la terraza Sirocco ya que está a un paso del hotel y en 10 minutos estábamos contemplando el skyline de BKK. ¡Es precioso! Nos hacemos un mojito bastante carillo pero claro, pagas las vistas... y disfrutamos del aire fresco. El sueño ya empieza a parecer así que volvemos para el hotel que aún queda mucho viaje…

skyline nocturno de Bangkok desde Sirocco