Nakuru prometía y mucho por lo que nos contaba nuestro guía Benny, pero la verdad que superó nuestras expectativas.
El lugar es toda una pasada con su lago con miles de flamencos rondando buscando comida y sus alrededores, con bosques de acacias amarillas y llanuras verdes.
Después de un chaparrón a unos treinta minutos de empezar el safari, empezamos la ruta y a los primeros kilómetros, en la entrada desde el lodge, una manada de cebras nos acompaño y supimos lo que era un "paso de cebras" literal.
Hotel y curiosidades:
Nos alojamos en Nakuru Lodge Hotel, en el mismo parque.
El hotel es una preciosidad, con habitaciones-bungalows con camas extra-grandes con mosquiteras, terraza y vistas al parque.
La piscina y la zona del restaurante tiene una preciosas vistas.
El buffet buenísimo y el personal super amable y divertido.
Cuando nos asignaron nuestras habitaciones, el servicio nos advirtió de que mantuviéramos las puertas de la terraza cerradas cuando saliéramos de la habitación porque había monos en las proximidades. Nos pareció gracioso pero lo hicimos.
Al día siguiente, cuando nos marchábamos al lago Naivasha, nos enteramos a otros huéspedes no lo tuvieron en cuenta y cuando llegaron a la habitación todas sus pertenencias estaban por la habitación y por los árboles de los exteriores esparcidas...