Pasa un gran dia en un campamento de elefantes

Hoy era nuestro último día en Chiang Mai y era un día muy esperado. Nos levantamos, desayunamos en nuestro hotel y con agujetas pusimos rumbo con la furgo de camino al campamento Baanchang Elephant Park. Primero recogida de otros turistas y sorpresa, nos encontramos con 3 majísimos españoles. Con nuestra charrera, contando las excursiones que habíamos realizado y  nuestras experiencias llegamos al campamento a las afueras de Chiang Mai. Enseguida vino Woody, nuestro guía de hoy, nos dio la ropa para el dia y en 5 minutos ya estamos preparados.

Primero breve explicación del complejo y de las actividades que realizaremos y en 10 minutos nos fuimos al almacén para ir a por kilos de plátanos y caña de azúcar y de ahí a repartirla por todos los elefantes que se encuentran con los cuidadores. 

Indescriptible la sensación!!!!

Dandole comida al elefante baby
Equipo español junto con nuestro elefante

La clase muy graciosa, los elefantes atienden a todas las indicaciones, y la sensación de estar en sus lomos es una pasada. Tras una pequeña vueltecita, nos vamos a tomar un megabanquete que nos preparan, todo buenísimo y con el ambiente que hay en el campamento, con los catalanes y franceses, descansamos y hablamos hasta que toca dar la vuelta por la selva y los baños luego para refrescarnos.

Nos indican como iremos las parejas en los elefantes y a nosotros nos toca el macho alfa, enorme, vigoroso e impactante. Nos colocamos sentados encima de él, primero Ángela delante, apoyado en su cuerpo y Kyke detrás sujeto solo en una cuerda que rodea al cuerpo del  elefante.

sobre los lomos de nuestro elefante

Hay que tener en cuenta dos cosas que te la repiten mil veces, el elefante tiene hambre y le encanta rascarse, así que si estas en la cabeza te vas de morros si tira con su trompa o baja su cabeza a por comida, ramas o lo que sea… y si vas detrás, vigila tus piernas porque no pierde oportunidad en rascarse en los árboles siempre que puede y te puedes quedar sin ella…

Además las indicaciones para dirigir el elefante en la selva no sirven ni un pepino, el elefante va a su rollo y solo atiende a su mahout… así que te lo pasas en grande, subiendo y bajando, riéndote, cachondeándote con tus compañeros mahouts y con los cuidadores que son la mar de majos… es una pasada estar rodeado de naturaleza y sintiéndote el rey/reina de la selva sobre los lomos del elefante.

217860_10151012608156615_187071611_n[1]

Tras un vuelta por la selva, descansado un rato  y cambio de posiciones en el elefante para experimentarlo todo, llegamos de nuevo al campamento y de ahí, camino al agua.

Menuda gozada bañar a los elefantes, ellos se lo pasan en grande, tirando agua, esperando a que los laves y los cepilles, los mahouts juguetean tirando  agua con cubos, y acabamos todos chopados, de arriba abajo pero con una gran sonrisa y súper felices de haber realizado esta experiencia tan chula. De ahí a las duchas, una merienda y despedida de los amigos catalanes y nuestro guía Woody que nos ha cuidado un montón.

Tras un rato en la furgoneta, llegamos al hotel y nos fuimos a dar una vuelta por la zona centro de Chiang Mai. Cenamos en un local thai, con una barbacoa individual donde asamos carne, verduras… riquísimo y se nos puso a caer un buen aguacero con rayos y truenos… Al estar tan cansados, nos fuimos de camino al hotel y cerca del él pasamos por un centro de masajes y no pudimos resistirnos con tanto cansacio y agujetas.

En unos minutos, nos atendieron, nos pusimos la ropa de masaje y nos dieron un masaje thai espectacular... para soñar con angelitos tailadeses...

Nos vino de perlas, y tras acabar, la masajista de Kike acabó lesionada de tanto apretar… Ay la pobre! En dos minutos nos plantamos en el hotel, recogimos maletas y para la cama acompañados con rayos de tormenta a lo lejos. (y Ángela encantada, ya que le chiflan las tormentas de verano).

Amamos los elefantes

Conclusión de la etapa a Chiang Mai

Nos encantó la ciudad, es como un pueblo, tranquila y con mucha variedad de actividades, muy divertida. Nos encantaria volver y explorla mejor esa zona, trekking en selva, ver máss templos, ruta a Pai o Mae San con moto, ver el templo blanco, visitar alguna tribu en los alrededores, visitar el Triángulo de Oro, perdernos por pueblos remotos, practicar yoga en Pai...

Respecto al tema de experiencias con animales, estamos totalmente en contra del abuso y explotación de los animales en cualquier actividad, por lo que a día de hoy, tras experiencias y viajes posteriores, no realizaríamos las mismas actividades ya que aunque la experiencia de estar con ellos fue estupenda, son animales salvajes que no deberían de estar como monos de feria, ni controlados por el ser humano...

Consejo: Intenta disfrutar de Chiang Mai en fin de semana para conocer sus mercados nocturnos, sobretodo el del domingo que es el mas artesanal que vimos y disfrutamos.