Japón 2011

gente en el rio de Kyoto

Viaje y primera toma de contacto con el país nipón

El día empezó temprano, a las 3,30 pusimos rumbo a Barajas. Nuestro vuelo salía a las 11,25h y llegamos puntuales al aeropuerto. Allí empezamos facturando maletas, pasando la aduana y tocaba esperar unas horitas para llegar al destino pero ahí estábamos los dos emocionadísimosss!!!
Empezando algo mal, ya que el vuelo se retrasaba, salimos una hora más tarde, por tanto, tendríamos menos tiempo para la escala 
El vuelo muy bien, era bastante amplio y estuvimos hablando con un par de chicas las cuales se iban a Vietnam ya que habían descartado este año Japón por todo el tema de la radiación.

Tras comer e intentar unas 5 veces dormir algo...llegamos al aeropuerto de Moscow.
Todos corriendo porque perdían las escalas, menos mal que habiamos calentado antes de salir... Una vez pasado toda la "burocracia aduanera" nos plantamos delante de la puerta de embarque y subimos en el avión enseguida, la escala fue cortísima.

Nunca habíamos subido en uno tan grande!!! Después de establecerse en nuestros sitios para las siguiente 9h y media, empezamos a toquetear la pantalla, y como era de esperar, se bloqueo! La atención en el vuelo, buena,  sin queja, lo duro fue aguantar las 9h y 30 min porque no pegamos ojo... Nos tragamos 3 o 4 pelis, escuchamos música, cojín para allí y para allá y así paso el vuelo...

Eran las 10,20h cuando llegamos a Narita y era impresionante la ¨vasca ¨(calor pegagoso y muy húmedo) que hacía a esas horas...Como podia ser?? Pasamos la aduana, recogimos las maletas y tuvimos nuestro primer encuentro con un WC japonés. Madre mía cuantas teclasssss!, creo que estuve unos 10 minutos probando cual era la de estirar la cadena.

Bajamos a la estación de trenes y allí canjeamos los JRpass y sacamos los billetes para los horarios que queríamos, el pobre hombre estuve una hora con nosotros y eso que solo sacamos medio viaje! Cogimos el Narita Express y pusimos rumbo a Tokyo.

Es curioso ver cuando llegó el tren a la estación, unos cuantos trabajadores se pusieron a limpiar el tren,  mientras uno pasaba la mopa, el otro giraba los asientos, otro pasaba la aspiradora, otro levantaba las persianillas...INCREIBLE!!! (igual que en Spain)

Llegamos a la estacion de Tokyo, hicimos transbordos y por fin llegamos al hotel. Teniamos asumido que nos perderíamos en este primer trayecto, pero no fue así, facilísimo, todo muy bien indicado.
Eso si, ya sudando la gota! DIOS, que calor!

Llegamos sobre las 13,30h local al hotel. Nos atendió una emblemática mujer, que no paraba de reirse e iba saltando de una lado a otro... Siendo la hora que era, sabriamos que hasta las 15h no nos entregaría la habitación, pero fue al contrario, nos hizo sentar un minuto y enseguida nos trajo la llave y nos acompañó al ascensor. El hotel es el típico de ciudad, rollo ejecutivo. Subimos a nuestra habiación. Era pequeña, ya lo sabíamos de antemano pero nos bastaba. Aseada, con un nevera para refrescar el agua, la verdad que haria falta... un aseo con lo necesario. Una vez allí, nos dimos una ducha, picamos algo y nos fuimos al Templo Senso-ji aunque era tentador quedarse en la cama con las 15h sin haber pegado ojo. Solo era una parada de metro, sencillo comprar el billete (madre mía, que rapidez de ejecución...).
Había mucho ambiente por la calle, nos adentramos a la Nakamise-Dōri Street y disfrutamos de lo que veiamos. Cantidad de souvenirs, amuletos, dulces...nos encantó... y ver el final el templo budista te llena de una sensación q dices: "ESTOY EN JAPÓN!!¨

calles de tokyo

Recorrimos el recinto, nos iniciamos en el rito de la purificacion (y de refresco). Había cantidad de peregrinos por la zona, una vez allí nos fuimos a por un agua y utilizamos nuestra primera máquina expendedora (que cantidad de bebidas!!, hay hasta un tipo de jarabe o vitamínico). Nuestra idea era ir caminando hasta el parque Ueno, y la verdad que fue un buen pateo, pero mereció la pena ir recorriendo las calles, todo llamaba la atención.

Por fin llegamos al parque Ueno, estabamos a 36º con una humedad del 85%, era flipante la calor que hacía y así las chicharras nos lo confirmaban (menudo hacian todas a coro), estábamos de nuevo para ducharnos. Recorrimos una parte del parque viendo el exterior del Museo Nacional de la Ciencia, la gran pagoda budista, la pagoda de 5 plantas desde el santuario Toshogu, y nuestro cuerpo empezaba ya a no responder. Es raro ver que anochezca tan pronto...

Como aún llevamos el jet-lag apegado a nosotros, nos fuimos a la estación de Ueno, donde nos compramos la cena. Había cantidad de cosas, todas tenían una pinta exquisita. Nos cogimos unas brochetas y unos panecillos y nos fuimos rumbo al hotel. Había que coger fuerzas para todo lo que nos quedaba!

templo senso-ji tokyo